jueves, 17 de noviembre de 2016

TICs y BUENA FE

Ciberestafa
Las Tecnologías de la Información y Comunicación –TICs- inciden en la vida cotidiana de forma latente. Las nuevas tecnologías avanzan a un ritmo frenético y los beneficios que nos aportan no deben oscurecer los perjuicios que pueden ocasionar al no tratarse con la suficiente seriedad.
Ayer saltó la noticia de la ciberestafa de un "chiringuito financiero" al ex Ministro Josep Borrell por importe de 150.000 €, una minucia, apenas una limosna para él a tenor del rostro -no precisamente de circunstancias- que mostraba cuando lo anunció y una verdadera fortuna para cualquier mortal; si bien cada cual es libre de comportarse como le plazca pudiendo llevar la libertad contractual hasta extremos insospechados.
Sabido es que, en el comercio electrónico, existe poca interacción entre consumidor y comerciante siendo muy deficitaria la información suministrada al primero, convirtiendo la relación contractual en asimétrica. 
Asimetría

Se ha demostrado que los principios derivados de la autonomía de la voluntad no pueden derribar ni superar a la Buena Fe, institución independiente, clara e internacionalmente reconocida en el ámbito jurídico. 
El establecimiento de un código de buenas prácticas, inmerso en un entorno de autorregulación con el compromiso de información al consumidor por la empresa ofertante, es un paso importante para que la relación comercial se desarrolle de forma segura y equitativa para ambas partes.
Nada nuevo bajo el sol; en Derecho Romano, Clásico y Moderno el deber de información, el conocimiento del contrato se supone por las partes contratantes, sin embargo el derecho actual, ataviado de normas precontractuales, exige un plus de información al objeto de proteger a la parte más débil.

En definitiva, el comprador debe tener un halo "detectivesco". Les puedo asegurar que si un cliente me pide asesoramiento sobre una inversión no ya de 150.000 € sino de 150 € la investigación sobre el destino y el contrato a firmar es exhaustiva pero... ya lo sabemos "nadar en la abundancia no es la mejor forma de caminar por el mundo de los negocios" y menos si estos son electrónicos.
Cosas que pasan...

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